Antes de comenzar la jornada laboral, es necesario que los trabajadores realicen el desplazamiento desde su domicilio al lugar de trabajo, y a la inversa al finalizarla. Este traslado no está exento de que se materialice algún incidente con el resultado de daño para la salud del trabajador. Lo que nos lleva a preguntarnos ¿son Accidentes de trabajo? ¿Son Accidentes in itínere? ¿Tenemos protección en caso de padecerlos?
¿Qué son Accidentes in itínere y accidentes de trabajo?
La ley General de la Seguridad Social (art. 156) reconoce como Accidentes de Trabajo toda lesión corporal que sufra un trabajador por cuenta ajena en el desarrollo de su trabajo. Tendrán consideración de Accidente de trabajo los que sufra el trabajador al ir o al volver del puesto de trabajo, denominando a estos como «Accidentes in itínere».
Es necesario que estos accidentes cumplan los siguientes requisitos para ser considerados Accidentes de Trabajo:
- Que el accidente tenga lugar en el itinerario habitual de casa al trabajo, aunque pueda realizarse por distintos caminos.
- Que se produzca en el tiempo que normalmente tarda en realizar el desplazamiento (no existe tiempo máximo ni mínimo).
- Que no haya interrupciones en el camino (aunque hay sentencias que han reconocido el accidente habiéndose producido dicha interrupción).
- Que el accidente sea en el transporte habitual.
Estos requisitos han sido aclarados y matizados en todos sus puntos por la Jurisprudencia, por lo que normalmente es necesario analizar cada caso concreto para dar la calificación de Accidente de Trabajo.
¿Qué hacer cuando se sufre un accidente in itínere?
Debemos tener en cuenta que estos accidentes no se producen en el centro de trabajo; por lo tanto, el empresario no tiene responsabilidad en cuanto a la prevención de riesgos laborales y a la toma de medidas preventivas que los eviten, ya que no es un daño derivado del trabajo.
Por lo tanto, es el trabajador quien debe «demostrar» que el accidente ha ocurrido en el trayecto de casa al trabajo o a la inversa. Para ello, si es un accidente de tráfico, se debe recoger el parte de la policía o de la guardia civil y si se produce en transporte público o en un desplazamiento a pie, el de la ambulancia que le ha atendido. Así queda demostrado:
- Cuándo se produjo el accidente.
- A qué hora se produjo, de forma objetiva.
Después, se acudirá a la Mutua para que atienda los daños que produjo el Accidente in itínere, con comunicación expresa a la empresa con anterioridad.
¿Nos beneficia que los Accidentes in itínere sean reconocidos como Accidentes de Trabajo?
Sin lugar a dudas, sí. La consideración de Accidente de Trabajo tiene ventajas sobre el no laboral, como son:
- Se cobra la baja desde el primer día.
- El salario de las bajas derivadas de accidentes de trabajo es del 100% en estos casos en muchos convenios.
- El empresario y las Mutuas asumen sus responsabilidades en estos casos, ya que el empresario debe declarar el accidente in itínere y la Mutua se debe hacer cargo tanto del pago del salario, como de los costes de la atención sanitaria y la rehabilitación que necesite el accidentado.
Queremos señalar que los accidentes in itínere han tenido en los últimos años un repunte significativo. Los distintos actores sociales han analizado los datos de esta siniestralidad y han concluido que el incremento de accidentes es una consecuencia de la precariedad laboral. Las nuevas relaciones contractuales y la precariedad laboral han desdibujado el antiguo mapa laboral español.
Actualmente nos encontramos con…
- Las contrataciones por días u horas.
- La necesidad de los trabajadores de pluriemplearse para conseguir el sustento.
- Las dificultades para conciliar la vida familiar y la laboral.
- Las distancias cada vez mayores hasta el centro de trabajo.
- El presentismo laboral y el miedo a perder el trabajo suplido con larguísimas jornadas de trabajo.
- Las condiciones en que estos trabajadores realizan sus tareas.
- Salarios no acordes al trabajo desarrollado.
En definitiva: la precaria situación laboral conlleva fatiga, cansancio, ansiedad, estrés y falta de autoestima. Todo ello hace que las condiciones físicas y psíquicas del trabajador no sean las idóneas para realizar largos y frecuentes trayectos en vehículo particular. Estas condiciones no afectan sólo a los desplazamientos en transporte privado, también los desplazamientos a pie o en transporte público se han visto afectados.
Por todo esto, es necesario que todos los actores sociales tomen medidas para mejorar las condiciones de trabajo y recuperar la estabilidad y la seguridad en el trabajo.