La edad para trabajar, un problema en las últimas décadas
Estamos asistiendo a una gran destrucción de empleo debido a la crisis global que nos afecta. Las empresas consideran que quienes deben salir antes de la empresa son las personas más veteranas, aquéllas que ocupan cargos de responsabilidad o con mejores sueldos; por tanto, la edad para trabajar comienza a ser un problema.
El propósito de la empresa es reducir gastos y estos empleados son en parte quienes lo generan, quienes, por lo general, están en una franja de edad cercana a los 55 años o por encima, siendo este factor un problema para volver al mercado de trabajo.
Muchos trabajadores en esta situación, que a veces se mantiene durante años, sufren de ansiedad o depresión y se hacen preguntas como:
¿Por qué existen tantas dificultades para volver a trabajar?
La Agencia europea de Seguridad y Salud en el Trabajo ha realizado un estudio que da respuesta a preguntas como ésta. En él, señala que el envejecimiento de la población Europea en las últimas décadas va aumentando de año en año, con tendencia a seguir intensificándose. En relación directa, está la población trabajadora, a la que cada vez se incorporan menos jóvenes. Por lo que, las empresas que no valoren el potencial de una plantilla más envejecida de año en año y acepten los retos que conlleva, pondrán en peligro su productividad y competitividad.
Un nuevo escenario se abre para la prevención de riesgos laborales, en que se debe tener en cuenta que los trabajadores van a permanecer más tiempo en la empresa, por lo que el nivel de exposición a los riesgos va a ser mayor y las enfermedades crónicas van a tener una mayor prevalencia.
Es importante que las personas encargadas de la Seguridad y la Salud en la empresa entiendan los cambios que la edad produce en la persona y cómo afecta al trabajo, ya que es necesario apoyar a los trabajadores a mantener sus empleos durante más tiempo y deben estar saludables para poder conseguirlo.
Derechos de los trabajadores
Tengas la de la edad que tengas para trabajar, los trabajadores siguen teniendo derecho:
- A un trabajo saludable y seguro, sin ser discriminados por razón de edad, sexo o discapacidad.
- A que el puesto de trabajo sea evaluado según sus capacidades funcionales y, si es necesario, se adapte el puesto de trabajo teniendo en cuenta sus necesidades variables.
- En especial, se evaluarán teniendo en cuenta el factor edad:
- Las posturas forzadas y estáticas, los movimientos repetitivos, manutención manual de cargas, la movilización manual de pacientes.
- Los turnos de trabajo y la nocturnidad.
- Los lugares de trabajo fríos, calurosos, muy ruidosos.
- Las vibraciones.
- Los trabajos en altura.
- A la participación en la evaluación de riesgos, como personas que mejor conocen las tareas que realizan y sus riesgos.
- A la participación y consulta de todo lo referido a las adaptaciones, modificaciones o inclusión de nuevas tecnologías en el puesto de trabajo.
- A la participación en la organización de las tareas, puesto de trabajo y la toma de decisiones de cómo y cuándo realizarlas.
- A que la empresa promocione la salud creando entornos de trabajo saludables:
- Realizando charlas sobre salud.
- Ofreciendo revisiones médicas diferentes a las de la Vigilancia de la salud.
- Garantizando la conciliación de la vida laboral y familiar.
- Promoviendo la actividad física a través de campeonatos de futbol sala, o la puesta en marcha de sesiones de yoga o Pilates.
- Realizando actividades lúdicas para toda la empresa, fiestas de carnaval o salidas a centros culturales familiares.
- A ser ayudado por la empresa a rehabilitarse en caso de accidente o enfermedad, ofreciéndole:
- La adaptación del puesto de trabajo a las nuevas circunstancias.
- La retirada de aquellas tareas que ya no pueda realizar.
- La flexibilidad de horario para ir al médico.
En definitiva
Si eres un trabajador de edad avanzada, tienes unos valores que la empresa debe potenciar, como pueden ser: tus conocimientos, tu sentido común, tu compromiso con la empresa.