Las estadísticas muestran que los jóvenes de edades comprendidas entre los 18 y los 24 años de edad son más proclives a sufrir accidentes de trabajo graves que otros adultos más mayores. Pueden estar expuestos a condiciones de trabajo deficientes que lleven al desarrollo de enfermedades profesionales mientras son todavía jóvenes o en un momento posterior de sus vidas.
Al ser nuevos en el lugar de trabajo, los jóvenes carecen de experiencia y a veces de la suficiente madurez física y psicológica. Es posible que no se tomen lo suficientemente en serio los riesgos a los que se enfrentan. Entre otros factores que ponen a los jóvenes en gran peligro se incluyen:
- Carecer de cualificaciones y formación
- Desconocer las obligaciones de su empleador así como sus propios derechos
- Carecer de confianza para expresarse cuando surge un problema
- Los empresarios no reconocen la protección adicional que necesitan los trabajadores jóvenes
La EU-OSHA elabora estadísticas, supervisa los riesgos para los jóvenes y apoya el intercambio de buenas prácticas para protegerles en el lugar de trabajo.
Es responsabilidad del empleador proteger la seguridad y la salud de los trabajadores y deben prestar especial atención respecto de los trabajadores jóvenes. Deben realizar evaluaciones de riesgos antes de que los jóvenes comiencen a trabajar y adoptar medidas para protegerles.
Debe adjudicarse a los jóvenes una labor adecuada e impartirles la formación y la supervisión adecuadas. Los empresarios deben promover una fuerte cultura de seguridad e implicar a los trabajadores jóvenes en cuestiones de seguridad. Se aplican normas especiales para los trabajadores menores de 18 años de edad.
La Directiva 94/33/CE del Consejo establece las obligaciones legales de los empresarios. Estas obligaciones se establecen en las legislaciones de cada Estado miembro. Las organizaciones nacionales de seguridad y salud y los sindicatos son buenas fuentes de asesoramiento.
Los jóvenes tienen derecho a hacer preguntas, a plantear sus inquietudes y a negarse a hacer un trabajo que no es seguro.
Al mismo tiempo, tienen la responsabilidad de seguir las políticas de SST y de cuidar su propia seguridad y la de sus compañeros.
Si usted es un trabajador joven y tiene un problema, lo más importante es que se lo comunique a alguien. Hable con su jefe, si es posible. Si no es posible, hable con el representante de seguridad, con el personal de salud en el trabajo o con sus padres, tutores o un(a) compañero(a) de trabajo de confianza. Las organizaciones nacionales de seguridad y salud y los sindicatos son buenas fuentes de asesoramiento.
- Haga preguntas si tiene dudas sobre algo
- Conozca sus derechos y sepa dónde encontrar ayuda
- Entienda los riesgos y sepa lo que debe hacer en caso de emergencia
- No efectúe tareas para las que no ha sido formado y siga los procedimientos
Los educadores juegan un papel importante. Si pueden desarrollar una buena actitud y comprensión de la prevención de riesgos en los jóvenes desde una edad temprana, esto les ayudará a mantenerse seguros de por vida.
Los educadores que participan en la organización de formación profesional o períodos de prácticas deben comprobar las medidas de seguridad y salud con sus empresarios.
Los padres pueden apoyar a los jóvenes asegurándose de que entienden sus derechos y responsabilidades. También pueden ayudarles hablándoles sobre el trabajo y la universidad y su seguridad y salud.
Fuentes: Agencia Europea De Seguridad y Salud en el Trabajo
https://osha.europa.eu/es/themes/young-workers