El joven comenzaba ese día su primer día de trabajo en una empresa de productos agroalimentarios, como peón en Bonnysa.
Se le había asignado el turno de noche y comenzó a trabajar cuando ya había caído el sol. Sobre las seis de la mañana comenzó a sentirse mal, avisó a su supervisor quien le acompañó a los vestuarios para que descansara, pero allí perdió el conocimiento y sufrió un colapso.
Avisados los servicios de emergencias fue trasladado al Hospital Sant Joan de Alicante donde ingresó en estado grave, muriendo el pasado lunes debido a un fallo multiorgánico.
La familia sostiene que fue debido a un golpe de calor, pero la empresa se defiendo asegurando que en el almacén aquella noche no se superaron los 28º y además los trabajadores tienen a su disposición fuentes de agua y ventiladores. Además un estudio realizado en la empresa por Invassat indica que no hay estrés térmico en la empresa.
Todos esperan que los resultados de la autopsia aclaren las causas de la muerte del trabajador.
Fuentes: El Español