¿Cuáles son las condiciones laborales de las personas con discapacidad en las residencias?
Antes de ello, vamos a contarte las ocupaciones laborales que se desarrollan en ellas, ya que son muy diversas, según el fin al cual se dirijan: asistencial, de rehabilitación, aprendizaje y recuperación de habilidades para el desarrollo individual social, o educativas, teniendo éstas como fin la incorporación de los usuarios a la vida laboral.
Ocupaciones laborales que se llevan a cabo en este ámbito
Comenzaremos hablando de las distintas ocupaciones que se realizan en residencias para personas con discapacidad, que pueden ser:
Administrativas
- Director/a
- Tesorero/a
- Gobernante/a
- Trabajador/a Social
- Administrativo/a
Sanitarias
- Médico/a
- Enfermero/a
- Auxiliares de enfermería
Rehabilitadoras
- Logopeda
- Fisioterapeuta
- Psicomotricista
- Terapeuta ocupacional
- Psicólogo/a
Educativas
- Educador/a social
- Profesor/a de educación especial
- Profesor/a de oficios
- Pedagogo/a
- Auxiliar técnico educativo
- Preparador/a laboral
Atención personal
- Cuidador/a
- Auxiliar
- Asistente personal
Servicios
- Cocinero/a
- Ayudante cocina
- Recepcionista
- Limpiador/a
- Lavandería
Condiciones laborales para personas con discapacidad
Por tanto, en base a estas actividades, son condiciones de trabajo:
- Los niveles de iluminación, temperatura, ruido, el espacio para realizar las tareas, disposición, estado y espacio de las escaleras, ordenadores, camillas, camas, sillas, grúas para la movilización de usuarios, carros, cocina, mesas de trabajo, lavadoras secadoras, aspiradoras… Todos ellos implican factores de riesgo evaluables, bien por no cumplir las exigencias de la normativa específica, bien por un mal diseño, o un mantenimiento defectuoso.
- Los productos de limpieza y lavandería usados incorrectamente pueden dar lugar a accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
- La organización del trabajo también puede tener una influencia negativa en la salud de los trabajadores, así como un estilo de mando autoritario, unos tiempos de trabajo discordantes con la realización de las tareas, la falta de autonomía para organizar dichas tareas, el trabajo a turnos y nocturno, la implicación personal del trabajador con los usuarios o las relaciones trabajador/a-usuario, trabajador/a- familia. Pueden generar daños menos tangibles, pero no por ello, menos importantes.
Tipos de contrato según la actividad que nos ocupa
Pueden tener una gran incidencia en la salud de los trabajadores los tipos de contratos temporales, a tiempo parcial (fines de semana) y en prácticas, sobre todo entre los cuidadores y auxiliares. Los salarios están regulados por Convenio, pero se debe tener en cuenta que muchos de los contratos son a tiempo parcial, lo que implica una minoración dineraria pertinente.
Por otro lado, las jornadas de trabajo se realizan a turnos rotativos (las empresas dicen que de esta forma, las trabajadoras conocen lo que supone realizar todos los turnos y se reparten los sinsabores de cada uno), incluyendo en éstos los turnos partidos en dos tramos de jornada. Este tipo de organización del trabajo hace muy difícil la conciliación de la vida familiar y laboral y el desarrollo personal de los trabajadores y trabajadoras fuera del ámbito de la empresa (tienen la sensación de que viven para trabajar).
En definitiva
Las condiciones laborales para personas con discapacidad son precarias por el tipo de contrato, la jornada, los turnos y el salario, sin olvidar lo peculiar del trabajo en sí, por las personas usuarias a las que va dirigido.