Según la Asociación Española de Ergonomía, la ergonomía es el conjunto de conocimientos de carácter multidisciplinar aplicados para la adecuación de los productos, sistemas y entornos artificiales a las necesidades, limitaciones y características de sus usuarios, optimizando la eficacia, seguridad y bienestar.
Atendiendo a esta definición, la ergonomía es la disciplina que cumple el principio preventivo de “adaptar el trabajo al individuo que va a realizarlo” para lo cual toma no solo las características físicas del usuario y del lugar de trabajo, sino también la organización de la empresa la cual influye en los trabajadores.
Para este último punto la psicosociología aplicada aporta los conocimientos necesarios para evaluar como la organización de la empresa y sus decisiones afectan a los trabajadores y como se pueden mitigar los posibles daños a la salud de los trabajadores.
El objetivo de la ergonomía es adaptar el trabajo a las capacidades y posibilidades del ser humano.
Los principales objetivos de la ergonomía y de la psicología aplicada en conjunto son
- Identificar, analizar y reducir los riesgos laborales (ergonómicos y psicosociales).
- Adaptar el puesto de trabajo y las condiciones de trabajo a las características del operador.
- Contribuir a la evolución de las situaciones de trabajo, no sólo bajo el ángulo de las condiciones materiales, sino también en sus aspectos socio-organizativos, con el fin de que el trabajo pueda ser realizado salvaguardando la salud y la seguridad, con el máximo de confort, satisfacción y eficacia.
- Controlar la introducción de las nuevas tecnologías en las organizaciones y su adaptación a las capacidades y aptitudes de la población laboral existente.
- Establecer prescripciones ergonómicas para la adquisición de útiles, herramientas y materiales diversos.
- Aumentar la motivación y la satisfacción en el trabajo.Un dolor reiterado en manos o piernas cuando se hacen movimientos repetitivos o cuando se adoptan malas posturas en el trabajo, consiguen que el trabajador se sienta mal consigo mismo y se culpabilice de no poder desempeñar sus tareas con plenitud, “como antes…… (Diría el trabajador)”
- Como vemos son dos ejemplos de cómo interactúan los riesgos ergonómicos y los psicosociales. En el desarrollo de muchas tareas, actividades y sectores laborales.
- Muchas veces los daños ergonómicos tienen un componente psicosocial y a la inversa, esto es debido a que situaciones estresantes hacen que nuestro cuerpo reaccione con tensión en músculos de extremidades y espalda. Cuando esta tensión es alta puntualmente o mantenida en el tiempo van a surgir lumbalgias, inflamación de tendones entre otras.
Psicosociología aplicada es una disciplina preventiva en el campo de la prevención de riesgos laborales que se ocupa de aquellos factores relacionados con la organización y realización del trabajo y que pueden afectar tanto a la salud de la población trabajadora como al desarrollo de la propia organización.
Factores de riesgo psicosocial
Se definen como aquellas condiciones presentes en una situación laboral directamente relacionadas con la organización del trabajo y su entorno social, con el contenido de trabajo y la realización de la tarea, y que se presentan con capacidad para afectar el desarrollo del trabajo y la salud (física, psíquica o social) del trabajador o la trabajadora (Nota Técnica de Prevención 443 del INSTH)(pdf)
Existen diversas clasificaciones de los factores de riesgos psicosociales, a modo de ejemplo exponemos la clasificación realizada por el Grupo Europeo para la Gestión del Riesgo Psicosocial (PRIMA):
- Contenido del trabajo: monotonía, tareas sin sentido, fragmentación, falta de variedad, tareas desagradables, por las que se siente rechazo.
- Carga y ritmo de trabajo: carga de trabajo excesivo o insuficiente, presión de tiempo, plazos estrictos.
- Tiempo de trabajo: horarios muy largos o impredecibles, trabajo a turnos, trabajo nocturno.
- Participación y control: falta de participación en la toma de decisiones, falta de control (por ejemplo sobre el método o el ritmo de trabajo, los horarios, el entorno, etc.)
- Cultura organizacional: comunicaciones pobres, apoyo insuficiente ante los problemas o el desarrollo personal, falta de definición de objetivos.
- Relaciones personales: aislamiento, relaciones insuficientes, malas relaciones, conflictos, conductas inadecuadas.
- Rol: ambigüedad de rol, conflicto de rol, responsabilidad sobre personas.
- Desarrollo personal: escasa valoración social del trabajo, inseguridad en el trabajo, falta o exceso de promoción.
- Interacción casa-trabajo: problemas de la doble presencia, conflicto de exigencias