¿Cómo actuar ante una situación de emergencia en residencias para personas con discapacidad? ¿Cuándo se considera que una situación es de emergencia?
Situación de emergencia en residencias
Una situación de emergencia es aquélla que se produce de forma inesperada y que requiere una actuación inmediata. Se deriva de una serie de actos, como:
- Terrorismo.
- Incendios.
- Inundaciones.
- Derrames de productos químicos.
- Seísmos
- …
El empresario debe contemplar la posibilidad de que estas situaciones se produzcan teniendo en cuenta la actividad y el tamaño de la empresa (Art. 20 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales) y adoptar cuantas medidas sean necesarias para la protección de trabajadores, en materia de Primeros Auxilios, Lucha contra incendios y Evacuación del edificio.
Plan de emergencia en residencias
Se deberá realizar el Plan de Emergencias acorde con las características propias de la empresa, en el que se incluirán:
- Medios propios de protección.
- Personal designado como equipos de emergencia y Primeros auxilios, así como la acreditación de la formación de los mismos.
- Materiales: extintores, vías de evacuación, salidas de emergencia…
- Centro de control y Punto de encuentro.
- Comunicación con los servicios exteriores de protección civil.
- Procedimiento de evacuación.
En los centros asistenciales para personas con discapacidad, el Plan de Autoprotección y, en concreto, el procedimiento de evacuación, deben garantizar la protección de empleados y usuarios con características especiales de movilidad reducida, discapacidad visual o auditiva o con deficiencias psíquicas.
Contemplar estas características de personal y usuarios conlleva realizar un procedimiento de evacuación adaptado a las mismas.
Procedimiento de evacuación adaptado a personas con discapacidad
- En primer lugar, la señal de alarma debe ser clara, fácilmente comprensible para todo tipo de discapacidad, pero no estresante. Así, se le proporcionará seguridad a estas personas ante una situación difícil.
- En segundo lugar, el desalojo del edificio se realizará prestando especial atención a las personas más vulnerables, en este caso, los discapacitados. En general, este tipo de residencias (sobre todo las residencias para personas de tercera edad) no tienen usuarios con un solo tipo de discapacidad. Aunque estén claramente diferenciadas en físicas y psíquicas, los grados suponen un hándicap, quizás mayor, a superar.
Además de las peculiaridades de los usuarios, están las de los edificios. Muchos de ellos no cuentan con medidas de accesibilidad universal propuestas por la Ley 51/2003 (LIONDAU) -Ley de Igualdad de Oportunidades, No Discriminación y Accesibilidad Universal-.
En estos casos, la formación de las personas que componen los equipos de Emergencia es fundamental, no solo en la forma de actuar con los usuarios, sino también en los equipos especiales que deben utilizar para una evacuación rápida y segura.
Propuesta de evacuación
- Los miembros de los equipos de intervención deben caracterizarse por su serenidad ante circunstancias estresantes, empatía con los usuarios, autoridad en guante de terciopelo para transmitir las indicaciones de forma segura, clara y concreta.
- Los integrantes de los equipos de intervención se distribuirían por plantas, zonas y usuarios, organizando la evacuación de menor a mayor complejidad en su conjunto.
- Si conviven en el centro de personas con distintos tipos de discapacidad, se intentará reunir a todos aquéllos con el mismo tipo de discapacidad sobre todo en el caso de discapacidad física, de forma que puedan ayudarse entre ellos y facilitar la labor a la persona de guía.
- Primero se evacuaría a trabajadores y usuarios que puedan deambular y que estén en la zona más próxima a la salida de emergencia. Las vías de evacuación quedan así libres para los siguientes grupos.
- En los grupos en los que sea necesaria la ayuda mecánica para el traslado de estos usuarios o trabajadores, el personal de emergencia debe conocer la ubicación de las sillas y su manejo. Si se tienen que utilizar técnicas de arrastre o levantamiento, sería positivo que éstas sean realizadas por dos personas o por operarios de complexión fuerte.
- En caso de personas encamadas, se deberá realizar su traslado a sillas para su posterior evacuación.
- Una vez en el punto de encuentro, no deben dejarse nunca solos a los usuarios, ya que puede desencadenar crisis de ansiedad y miedo.
En conclusión…
Para que esta evacuación salga bien cuando se produzca una emergencia en residencias, son necesarios los simulacros o actividades frecuentes que fomenten la seguridad entre los usuarios y la persona de referencia, la complicidad entre ellos y la mejora de las técnicas de desalojo. No debemos olvidar que, sobre todo, los discapacitados psíquicos necesitan que estas técnicas se conviertan en hábito para que no existan problemas en el momento más difícil.